El último año ha demostrado que las empresas de lujo son tan vulnerables como otras compañías de consumo durante una recesión. Pero como dice el director creativo de Chanel, no existe evolución creativa sin momentos de crisis como los que estamos viviendo.
En un estudio reciente del Luxury Institute, el 62% de los consumidores de artículos suntuosos declaró que el estado de la economía ha cambiado su visión con respecto a sus caprichos. La mayoría ha manejado con más consciencia su presupuesto de compras. Se deja atrás la ostentación y el consumo desmedido. Como afirma Karl Lagerfeld, se terminó la era de la ostentación: es tiempo de creatividad y simpleza.
Necesitamos dar pasos a futuro, manteniendo el valor y calidad que los consumidores de lujo buscan en una primera marca, acentuando la nobleza de los materiales y el confort. Ahora la sofisticación pasa por las buenas elecciones.Por eso ganan cada vez más espacio los objetos de deseo y los íconos top dirigidos a este segmento, con un espacio cada vez más relevante para productos de calidad excepcional y elevada sofisticación.
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